La prostituta le dijo al artista
- sabes… no somos tan diferentes, nuestro oficio va y viene como el arte, tu cobras por obra y yo cobro por hora, hay criticas estándares y expectativas, y un gusto propio al finalizar y completar un resultado, provocamos placer mediante alguno de nuestros cinco sentidos, nos ven jóvenes adultos y ancianos, desafiamos a la sociedad y somos envidiados por lo llenos que quedamos, tu ensucias tu paleta con colores distintos, y yo con sujetos distintos, los juntas los mezclas y creas vida , al mismo tiempo que yo mezclo sabores que son frutos de esta, somos románticos y paranoicos, pero lo que me atrevo a decir que es sin duda alguna lo que nos hace tan iguales es la manera en la que utilizamos nuestro cuerpo para crear arte, nuestras propias manos y mentes, nuestra alma y empeño, para complacernos y complacer, porque aunque lo neguemos ambos buscamos esa aprobación que nunca llega, tenemos la necesidad de expresarnos por medio de miles de sensaciones provocadas por nuestras decisiones, somos maestros en lo que hacemos porque cada uno tiene su propio estilo y motivo, sabemos escuchar a la gente y nos inspiramos para lograr algo estimulante, somos expertos en el escape de este mundo tan hostil y aunque nos cueste aceptarlo aun somos niños por cómo nos gusta ensuciarnos las manos, somos artistas tal vez callejeros o suburbanos, hogareños o simultáneos, pero al fin y al cabo terminamos por ser dueños de nuestro propio arte, porque mientras tu firmas tus lienzos yo firmo mis tiempos.
Tuesday, September 8, 2015
El arte sincero
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment